lunes, 23 de junio de 2014

Políticas de Estado que trasciendan las gestiones por Julio Cobos

Julio Cobos desde su cuenta de Facebook  publicó.

Estamos ante momentos complejos, con perspectivas de dificultades a corto y largo plazo. Tiempos nada sencillos para la Argentina por estos días.
A los reveses judiciales que provienen del exterior se suman los problemas no resueltos y mal diagnosticados en nuestro país.Muchas veces, la coyuntura no nos permite tener una visión más estructural, a largo plazo. Por eso, desde el Frente Amplio UNEN trabajamos para la construcción de políticas de Estado que trasciendan una gestión de gobierno y que den estabilidad y previsibilidad al desarrollo argentino. La premisa es fácil y práctica: cada gestión debe continuar lo que está bien, corregir aquello que esté mal y cumplir esas metas que garanticen el éxito de toda la sociedad.
Esta coyuntura es un llamado de atención y una invitación a cambiar el modo de hacer política y de buscar lazos con todos los sectores. Quienes trabajamos en lo público debemos tener en claro que administrar los recursos implica asignar prioridades y establecer caminos, guías.
Esos ejes, podemos definirlos en tres: fortalecimiento institucional, desarrollo económico y cohesión social.
En lo institucional, consideramos varias aristas que van desde el federalismo a la recuperación de los organismos de control. En este caso, pongo de ejemplo el sistema judicial. No podemos poner en dudas ni afectar el último reaseguro que nos queda a los ciudadanos frente a un tercero e incluso frente al Estado. Debemos resignificar la garantía constitucional que significa una justicia independiente, realmente independiente y ajena a los poderes de turno. Queremos jueces de la Constitución y no jueces del poder. Calidad institucional
Entonces, ¿qué resultados favorables podemos esperar si se juzga al que investiga, se demoran causas en forma injustificada, no se audita el funcionamiento de nuestras instituciones y se cambian las reglas garantes todo el tiempo? Hay que dar más calidad institucional; respeto a la división de poderes, transparencia, respetar a las provincias por un verdadero federalismo, buscar el desarrollo equilibrado de las regiones y profundizar las reformas políticas que fortalezcan las instituciones.
En cuanto a lo económico, debemos lograr un desarrollo sostenido por sobre un crecimiento desigual y a corto plazo. Por ejemplo lo sucedido con los holdouts. Las formas y los modos terminaron perjudicando a la Argentina en el exterior, cuando en el fondo de la cuestión todos apoyamos al país en la reestructuración de su deuda.
Nadie quiere invertir donde no hay voluntad para solucionar los problemas estructurales y se cambian permanentemente las reglas de juego. Desde UNEN promovemos un gran acuerdo entre los sectores sociales, productivos, empresariales y políticos para que nuestro país logre un desarrollo económico sustentable, con soluciones concretas a los problemas macroeconómicos, con estrategias de internacionalización; con acento en la producción e infraestructura para la competitividad en cuanto al transporte, la matriz energética –hoy el punto más vulnerable de nuestro sistema- el medio ambiente, la apuesta a las energías renovables e infraestructura vial, entre otros.
Argentina debe priorizar en forma urgente, además de lo macro (solución a inflación, cepo, déficit fiscal, etc) el transporte. Y es el ferrocarril el mejor instrumento para abaratar costos logísticos y dar competitividad a las economías regionales.
Debemos lograr que los trenes de cargas vuelvan a circular; transformar en autopistas las rutas que unen el Pacífico con el Atlántico y profundizar los puertos para recibir barcos de gran calado. Debemos aprender del pasado y dejar atrás la costumbre de algunos políticos que buscan eternizarse en el poder, por eso debemos limitar las reelecciones y promover la alternancia en el gobierno, para hacerlo más eficaz y eficiente. Debemos erradicar la corrupción y hacer que aquellos que cometen actos ilícitos den explicaciones en la justicia, por eso proponemos la creación de una comisión Nacional de Ética Publica.
Deuda social
En lo social hay muchas deudas que deben ser saldadas. Reconocer la dignidad del trabajo realizada a todos los jubilados; solucionar el déficit habitacional a más de tres millones de argentinos, agua potable para un tercio de la población y cloacas para la mitad de los habitantes de nuestro país. Y por sobre todo, trabajar por la calidad educativa. Queremos una educación de inclusiva, masiva y de calidad. Queremos a los chicos en la escuela, entre libros y computadores y no en la calle entre cartones y basura.
Hay que volver a la normalidad como una respuesta de racionalidad; por ejemplo, usar los fondos de los jubilados para los fines que corresponden. La normalidad es abocarse a resolver los problemas que día a día tenemos en este país como seguridad, educación, salud, vivienda, transporte, empleo. En toda crisis hay una oportunidad y en UNEN trabajamos con esa mirada. Vamos tras las metas colectivas que necesita este país.
El principal cambio es volver a la gente, a sus necesidades, a sus reclamos, abriendo puertas en cada rincón del país, para escuchar lo que piensan jóvenes, mujeres, trabajadores, desocupados, jubilados. Nuestra nación no puede andar y desandar su camino una vez más. Aprendamos de estos errores entonces y pongamos manos a la obra por una Argentina para todos. Menores de edad
Días atrás un grupo de diputados nacionales presentamos proyectos de ley relacionados a la responsabilidad de los adultos sobre las acciones de los menores de edad. Debemos asumir las responsabilidades que nos corresponden y de no hacerlo, enfrentar las sanciones comunitarias y penales correspondientes. Por eso presentamos estas leyes destinadas a formar una paternidad responsable.
La obligatoriedad de la educación primaria y secundaria está establecida por ley. Sin embargo las estadísticas del sistema educativo muestran que en muchos casos no se cumple. En Argentina, miles de jóvenes no están en la escuela. ¿Qué pasa con esta situación? Lamentablemente, nada. Al parecer, como sociedad aceptamos esto y le damos la espalda. No podemos aceptarlo más. Detrás de un joven que no va a la escuela hay un adulto que no cumple con su responsabilidad y es hora de que lo haga.
Uno de los proyectos propone asegurar la obligatoriedad escolar ampliando el cumplimiento real de los deberes de padres, madres y tutores previstos en la ley de Educación Nacional, la 26.206. El otro, establece sanciones penales para aquellos padres que no cumplan con las obligaciones vinculadas con la patria potestad y coloquen a sus hijos en una situación de riesgo para si o para terceros.
Por un lado, queremos asegurar el cumplimiento de la ley Educación que establece la obligatoriedad de los chicos de acceder y permanecer en el sistema educativo. Pero la misma no estipula las consecuencias que surgen ante el incumplimiento de los padres de enviar a sus hijos a la escuela. Queremos minimizar y erradicar los riesgos que implican para el niño estar en la calle cuando debería estar en la escuela, por eso proponemos un sistema de monitoreo, mediación y sanción.
El seguimiento de la trayectoria escolar se hace afectivo con la implementación de la Cédula Escolar Federal, para hacer un seguimiento de la trayectoria escolar de todos los niños de nuestro país. Además permitirá conocer el ausentismo, integrar esos datos a la cartilla de salud y la Asignación Universal por Hijo, entre otros datos.
 Por otra parte cuando un chico comete un delito es necesario mirar qué pasa en esa familia, porqué llegó a esa situación y qué fue lo que hicieron los adultos en cuanto a la educación y el cuidado del mismo. Por ello, avanzamos en esta norma de paternidad responsable que imponga sanciones a los padres que se desentienden de la vida de sus hijos, colocándolos en una situación de desamparo y muchas veces, al margen de la ley. Si un menor comete un delito es porque un adulto no cumplió con sus deberes. Por eso es importante establecer la responsabilidad paterna en caso de los menores sean puestos en peligro para sí mismos o que con su conducta dañen a otras personas.
Con estos dos proyectos de ley más el de Cédula Escolar queremos mejorar el rol del Estado y de los padres en la sociedad. No aceptemos uno sólo chico más en la calle o con un arma cometiendo un delito. Los queremos en la escuela, con un libro en la mano y aprendiendo. Ese es el Tucumán y la Argentina que queremos.

23 de junio de 2014 a la(s) 9:12

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