Una placa de mármol en el ingreso del inmueble anticipa que allí creció una de las máximas eminencias de la medicina argentina. Al pasar el umbral, una medianera levantada con chapas multicolores e iluminada con faroles negros, parece recrear la calle Caminito; sin embargo, Lautaro prefiere resignificar la escena porque a él esos muros le recuerdan las casas de Berisso.
“Acá nació mi abuelo Juan José y pasó su infancia mi tío abuelo René. Este era un barrio de ebanistas, muchos aprendieron el oficio de mi bisabuelo”, cuenta el músico mientras invita a traspasar un artístico portal que un paciente le regaló en agradecimiento al doctor Favaloro y Lautaro instaló como pase hacia su mundo del tango. En esa casa son muchos los recuerdos que evocan la figura del médico: los viajes al Sur con toda la familia; las anécdotas de cuando a metros de esa vivienda funcionaba un popular cabaret o la afición que siempre expresaba por el folklore.
Info. El Día
Info. Drago Producciones
“Acá nació mi abuelo Juan José y pasó su infancia mi tío abuelo René. Este era un barrio de ebanistas, muchos aprendieron el oficio de mi bisabuelo”, cuenta el músico mientras invita a traspasar un artístico portal que un paciente le regaló en agradecimiento al doctor Favaloro y Lautaro instaló como pase hacia su mundo del tango. En esa casa son muchos los recuerdos que evocan la figura del médico: los viajes al Sur con toda la familia; las anécdotas de cuando a metros de esa vivienda funcionaba un popular cabaret o la afición que siempre expresaba por el folklore.
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