Por Emiliano Patricio Wybert
El año televisivo pasa rápido como
las agujas de un reloj, y juega cada vez un rol más fuerte e importante, posicionándose
en los últimos días de agosto. Es por esto, que los canales líderes ponen toda
la carne al asador para ganar -al menos- el Prime
time.
Durante ocho meses consecutivos,
Canal Trece no logró imponerse ante el canal de las pelotas, por lo cual los
gerentes de programación evaluaron y pusieron a prueba diferentes estrategias para
cautivar a su público fiel y al que desembarca, con el objetivo de poder
deleitarse con nuevos productos televisivos. Sea un reality show, un programa
musical o una ficción. Todas estas opciones fueron y son válidas para hacer
televisión en estos momentos, donde la mediatización y la frivolidad están al
pie del cañón.
Con gran expectativa para la televisión Argentina. Debutó “Sos mi Hombre”, la nueva
novela producida por Adrián Suar y escrita por Leandro Calderone que se
enfrentó cabeza a cabeza con el tanque, el éxito indiscutido de este año, como
lo es “Graduados” (Telefé): una serie con producción de Sebastián
Ortega, de estilo creativo y que llega al corazón de muchos argentinos que
recuerdan sus experiencias y anécdotas de su preciado viaje de egresados y
graduación de quinto año del secundario. En contraposición a la ficción de
Ortega y su productora de contenidos Underground,
la nueva apuesta de Pol-Ka debutó con una media de 18.4 y picos de 19.8, frente
a los 26 de Graduados con un cuarto de 28.3. Sos mi Hombre es
una tira costumbrista de muy buena calidad, tanto a nivel escenográfico como
actoral. Y principalmente, con figuras supinas, abundantes de experiencia
actoral: formidables.
Por lo que observé desde mi lugar
de Periodista, y también como espectador, ésta tira está adecuada a tiempos
modernos, pero para otro horario y otro momento de nuestra televisión, ya que difícilmente
el público deje de conquistar a una ficción –Graduados-, que lleva muchos meses
en el aire, con la ventaja de que cosecha un rating excepcional, por el elenco
y por la historia. Los libros, no fallan en la ficción de Sebastián Ortega. Más allá de los contenidos y
estados a los que se someten otros programas, que ofrecen un contenido
amarillista y frívolo, cuyos productos no son precisamente los elegidos por el
público a la hora de manejar el control remoto este año
¡Viva
la buena televisión y la vuelta de actores de raza, señores!
Emiliano Patricio Wybert.
Crítico de espectáculo/periodista
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